¿Qué son los Ácarodomacios?
Importancia ecológica en huerto y jardín
Algunas especies vegetales presentan una curiosa relación simbiótica con artrópodos mediante la cual, la planta se procura la presencia de “guardaespaldas” ofreciéndoles "vivienda" a cambio de protección frente a la llegada de posibles enemigos (consumidores y fitófagos).
Son plantas en su mayoría de origen tropical pero en nuestras latitudes también las tenemos pertenecientes a importantes familias de angiospermas como las caprifoliáceas, bignoniáceas, lauráceas, rubiáceas o verbenáceas entre otras.
Estas plantas poseen en el envés de la hoja unas pequeñas cavidades o invaginaciones, justo en la base de las bifurcaciones del nervio central, llamadas domacios (también domacias o domatias). Pueden tener forma de bolsillo, bola de pelos o pocetas con la entrada protegida por filamentos aunque las hay también con forma de agalla, espinas, etc. Se diferencian de las agallas propiamente dichas en que no están originadas por la agresión de un agente externo sino que ya vienen genéticamente predeterminadas.
Cada planta tiene una relación mutualista con un reducido número de especies. Algunas especies son mutualistas obligadas y no pueden sobrevivir mucho tiempo fuera de su domacio. Si el domacio está habitado por hormigas se le llama mirmecodomacio y si lo está por ácaros, acarodomacio.
En relación a estos últimos, existen numerosos estudios que afirman que las plantas con acarodomacios presentan proporcionalmente un mayor número de ácaros depredadores que el resto de plantas y están en mejores condiciones para defenderse frente al ataque de las plagas más frecuentes constituidas por ácaros (tetraníquidos, eriófidos, titeidos y tarsonémidos) y pequeños insectos (trips y mosca blanca).
Una de las asociaciones beneficiosas más estudiadas es la que presenta la cepa de uva americana (Vitis riparia) en cuyos domacios se instala un ácaro micófago (Orthotydeus lambi) que protege a las uvas de ciertos patógenos fúngicos como el oidio (Uncinula necátor).
En nuestro entorno de clima mediterráneo, podemos observar al durillo (Viburnum tinus) el cual podemos utilizar como planta banco dentro de nuestros cultivos ya sean hortícolas u ornamentales.. Esta comprobado que en sus domacios se instalan eficazmente Amblyseius californicus y Phytoseiulus pesimilis, depredadores comerciales que podemos adquirir para controlar la araña roja (Tetranichus urticae).
También podemos utilizarla como banker en cultivos hortícolas de invernadero o en cultivos de cáñamo medicinal. Intercalando plantas de durillo en las líneas de cultivo y añadiendo esporádicamente algo de polen (por ejemplo de pino o uña de gato carpobrotus) nos aseguramos la presencia de los ácaros depredadores de araña roja toda la campaña con independencia de la existencia o no de plaga. De esta manera nos ahorramos los sobrecostes de sucesivas introducciones necesarias cada vez que tenemos nuevos focos de ácaros tetraníquidos.
En vuestra propia casa, podéis observar con lupa el envés de una hoja de laurel. Veréis los domacios donde se instalan los ácaros de los géneros Neoseiulus y Euseius que protegen a la planta del ataque de araña blanca Poliphagotarsonemus latus.