La vinagrera. ¿Buena o mala?
Pedro Nieto.- 2 de Enero de 2013
La vinagrera (vinagrillo, agrio, agret) es un geófito bulboso muy abundante en todas las provincias costeras de España incluidas las Islas Baleares y el Archipiélago Canario. Huyendo de la sequía y el frío ha ido estableciéndose sobre los terrenos más frescos de ribera y sobre las áreas antropizadas donde hemos alterado el perfil original del suelo.
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La vinagrera es “mala”
Su lugar de origen se sitúa en la Región del Cabo (Sudáfrica) y llegó a Europa a finales del siglo XIX, introducida probablemente de manera pasiva con el comercio internacional de cítricos o bien con la importación de maderas que llevaban bulbillos vivos incorporados entre sus cortezas.
La vinagrera es por tanto una planta alóctona fichada por los ambientólogos como invasiva peligrosa y la han incluido, nada más y nada menos, que en las siguientes listas negras:
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Listado de Especies Exóticas con potencial invasor (R.D. 1628/2011)
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Listados de plantas exóticas e invasoras de Galicia, Cantabria, Murcia Baleares y Cataluña.
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Especies vegetales exóticas sometidas a régimen de limitaciones en la Comunidad Valenciana (Decreto 213/2009)
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Programa Andaluz para el control de Especies Exóticas Invasoras.
Está considerada especialmente dañina en los arenales costeros (altera la dinámica dunar al estabilizar las arenas), ecosistemas insulares (altamente vulnerables a los cambios ecológicos) y en general allí donde se establece como cubierta monoespecífica en zonas agrícolas ya que al acaparar el espacio y la luz empobrece los niveles de biodiversidad potencial. También inhibe la germinación de otras semillas y enriquece el suelo en nutrientes que propicia la sucesión hacia otras comunidades vegetales infestantes de carácter nitrófilo.
Existen numerosos estudios y ensayos de campo para determinar la manera más eficaz de acabar con ella en zonas muy concretas (por ejemplo en la Isla de Fuerteventura o en el Parque Nacional de Doñana). Llama la atención el hecho de que en el área mediterránea no sea capaz de multiplicarse por semilla a pesar de ser habitualmente frecuentada por nuestros insectos polinizadores (sírfidos y abejas por ejemplo). He leído que es un problema de incompatibilidad esporofítica unido al hecho de que todas las plantas pertenecen a un mismo grupo heterostílico con estambres largos y estilo corto.
Su alto poder invasor se debe entonces a su excepcional sistema de multiplicación vegetativa mediante bulbillos capaces, cada uno, de multiplicarse por veinte cada ciclo vegetativo. Todos los profesionales del campo reconocen que matarla es tarea imposible. Si descartamos el uso de fumigantes por su toxicidad y la retirada física de los bulbillos (eliminación de los 40 cm superficiales de suelo) por su elevado coste (trasladaríamos el problema a la zona de vertedero), nos quedan los desbroces periódicos y los tratamientos herbicidas (glifosato) que solo consiguen frenar en parte su tendencia expansiva pero nunca su erradicación definitiva. Por tanto no nos queda otra que aceptar su naturalización y convivir con ella. Los jardineros agradecen que sea una planta de ciclo corto (solo se ve desde otoño hasta mediados de primavera) y se ausente de los jardines y praderas durante la temporada alta de verano.
Los pastores temen a esta planta por ser algo indigesta si se consume en grandes cantidades (es hipocalcémica y provoca problemas digestivos y cálculos renales de oxalato cálcico). En la comarca de Cabo de Gata se conoce como “bazo” la hinchazón del vientre de las cabras y ovejas asociada a la ingesta de vinagrera en especial por la mañana cuando está cubierta de rocio. Al parecer, donde está el problema también está la solución y curan al animal haciéndole tragar un decocto preparado con hojas hervidas de la propia planta.
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La vinagrera es “buena”
El “agret” es una planta muy conocida y valorada por los citricultores levantinos que la dejan intencionadamente e incluso la propagan de manera deliberada. Todas aquellas fincas que produzcan bajo control integrado deben conservar por ley sus cubiertas vegetales espontáneas desde mediados de otoño hasta finales de invierno tanto a nivel nacional (orden APA 157/2004 por la que se establece la norma técnica específica de la identificación de garantía nacional de producción integrada de cítricos como en la Comunidad Valenciana (Resolución de 27/10/2008 por la que se establecen las normas para la producción integrada de cítricos). La estructura tubular de sus tallos mulle el suelo una vez se han secado, su sistema radicular no compite con la del arbolado, fija el suelo ante posibles procesos erosivos, mantiene los niveles de fertilidad del suelo y evita el salpicado del agua de lluvia responsable del “aguado” en las naranjas (Phytophtora).
Lo realmente interesante de la vinagrera desde el punto de vista del control biológico de plagas en cítricos y otros frutales es que padece el ataque de una araña roja llamada Petrobia harti que resulta inofensiva para todas las especies de cítricos y árboles frutales. Este ácaro tetraníquido es una presa alternativa para los ácaros fitoseidos depredadores más comunes de las zonas citrícolas. Puede por tanto actuar como planta banco.
No está demostrado que esta plaga pueda terminar matándola por lo que queda descartado su empleo como controlador biológico de las poblaciones de Oxalis sp.
Existen interesantes estudios del efecto beneficioso de las cubiertas vegetales en los cultivos de cítricos y se ha constatado que la vinagrera es una planta hospedante de Amblyseius barkeri, ácaro fitoseido comercial muy empleado en el control de trips junto a A. cucumeris.
La vinagrera tiene muchos usos locales. Triturada, se usa para curar las almorranas. De niños, chupábamos los tallos florales como refresco y hay quien la incorpora en las ensaladas para dar un sabor original ligeramente ácido. El zumo tiene poder antiséptico y picada es usada como forraje para gallinas, conejos y cerdos.