09
Enero
2013

La araña subsocial

Pedro Nieto.- 8 de Enero de 2013

Llevo años viendo una colonia de arañas cazadoras en un seto vivo cerca de mi casa. No hacen los nidos en el suelo como la gran mayoría de arácnidos sino en las ramas de arbustos de mediano porte,  por lo que es muy fácil estudiarlas. Hoy me he parado junto a ellas y he decidio fotografiarlas.

 

 Se trata de Stegodyphus lineatus (latreille, 1817), única especie del género presente en Europa y de distribución cincunmediterránea que convive siguiendo un comportamiento social. Existen muchos linajes probablemente como consecuencia de esta conducta social que implica un cierto grado de aislamiento genético entre las distintas poblaciones. Tienen marcada preferencia por los arbustos espinosos (ziziphus, maytenus, lycium, …) y por las quenopodiáceas leñosas (salsola, hammada, suaeda, haloxilon, etc). Cuando hay superpoblación, realizan sus nidos en cualquier estructura vegetal estable. En este caso, los nidos han colonizado también algarrobos, tarays y bufalaga marina (Thymelaea hirsut).  No hay dos nidos iguales pues es muy característico la decoración que cada araña hace en su nido con los exoesqueletos de las presas que ha ido devorando con sus potentes quelíceros.

Es una de las pocas especies de araña que presta cuidados parentales a sus crías aunque con unas peculiaridades que la hacen excepcional desde el punto de vista etológico. Después de la eclosión simultánea de todos los huevos de una puesta, la hembra proporciona alimento a las crías por regurgitación de la comida durante dos semanas al cabo de las cuales se deja comer viva. Hemos conocido casos en los que la hembra devora al macho y otros en los que existe canibalismo del macho para seleccionar a los mejores de su descendencia pero este caso del sacrificio biológico de una madre, conocido como matrifagia. está considerado por una prestigiosa revista de divulgación científica como una de las cinco mayores crueldades animales que se conocen en la naturaleza (junto a la orca que juega con sus víctimas o el parasitismo de las orugas por las avispas ichneumónidas entre otros).

El comportamiento sexual de esta especie tiene además otras singularidades dignas de mención. El ciclo de vida es anual y la maduración sexual de hembras y machos se superponen solo parcialmente en el tiempo de manera que los últimos machos en madurar ya no encuentran hembras disponibles para fecundar pues todas ellas se encuentran ya cuidando celosamente sus puestas dentro del nido. La única opción que le queda a estos machos es entrar en el nido para desposeer a la hembra de su puesta y así poder fecundarla de nuevo estableciéndose agresivos combates entre sexos. Esta interacción entre la selección sexual y la densidad de población ha sido objeto de numerosos estudios científicos algunos de los cuales afirman que existe incluso un crecimiento del tórax en las hembras con función defensiva en detrimiento del abdomen y por tanto de su capacidad ovopositora.

Este comportamiento infanticida por parte de los machos es responsable de la pérdida del 30 % de la población potencial de esta especie. También es común el canibalismo entre hermanos, mayor entre los miembros de un mismo linaje.

La observación externa de los nidos recuerda a las egagrópilas de ciertas rapaces nocturnas ya que es posible estudiar su alimentación analizando los restos adheridos a la seda. En este sentido, el complejo de nidos de una colonia actúa como un prefiltro biológico de insectos de mediano y gran tamaño. He podido observar polillas de noctuidos, cerambícidos barrenadores (Phoracanta pues hay ecucaliptos cerca) y ortópteros entre otros. También es el destino fatal de cientos de abejorros errantes o escapados de los invernaderos de los que cada año se utilizan para la biopolinización de las plantaciones hortícolas bajo cubierta (Bombus terrestris).

Se me ocurre que podrían ser muy eficaces en torno a los puntos de vertido de restos vegetales o junto a las explotaciones ganaderas para la captura masiva de moscardones.

La inoculación de nuevos setos podría realizarse de manera muy sencilla trasladando las puestas y los nidos de unos arbustos a otros ya que las arañas no abandonan el nido aunque sea manipulado. He observado algunas puestas encapsuladas de manera independiente a los nidos que están colgadas en los arbustos sin ningún tipo de protección materna. Sería interesante hacerle un seguimiento a su viabilidad aunque fuese baja.

Aquí os dejo el video que acabo de montar para que la veais con detalle.

 

 

 

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