Anthocoris nemoralis ( Fabricius, 1794)
No Exótico | Clasificación taxonómica | |||
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Reino | Animalia | ||
Filo | Arthropoda | |||
Subfilo | Mandibulata | |||
Infrafilo | Atelocerata | |||
Superclase | Panhexapoda | |||
Epiclase | Hexapoda | |||
Clase | Insecta | |||
Subclase | Dicondylia | |||
Infraclase | Pterygota | |||
Superorden | Condylognatha | |||
Orden | Hemiptera | |||
Suborden | Heteroptera | |||
Infraorden | Cimicomorpha | |||
Superfamilia | Cimicoidea | |||
Familia | Anthocoridae | |||
Subfamilia | Anthocorinae |
info
Fuente del texto: Loudes Mullois Juan Francesco Bravaccini "Anthocoris nemoralis, depredador natural de Psila"
Morfología y ciclo biológico.
Anthocoris nemoralis es un heteróptero, perteneciente a la familia Anthocoridae, es depredador de Cacopsylla pyri y de otras especies de psyllidos. Los adultos miden entre 3 y 4 mm, tienen una coloración marrón sombreada con la cabeza negra. Las larvas de primer estadio son de color amarillo claro, conforme van creciendo adquieren tonalidades marrones rojizas, más o menos oscuras. Los estadios jóvenes carecen de alas, a diferencia del adulto, no pueden desplazarse grandes distancias.
Hibernan como adultos en lugares protegidos, como las grietas de la corteza y recobran su actividad en primavera cuando las temperaturas mínimas superan los 10 ºC. A partir de este momento, las hembras comienzan la deposición de los huevos, insertándolos en el parénquima de las hojas o en el peciolo, sobresaliendo un poco y tapados por el opérculo. Los huevos son incoloros y con un tamaño inferior a 1 mm. Anthocoris nemoralis pasa por el estado de huevo, cinco estadios larvarios y el estado de adulto. Es muy voraz en todos sus estadios móviles, se nutre activamente de psila, depredando huevos, adultos y estadios ninfales. Además puede sobrevivir alimentándose de otros fitófagos, como áfidos, ácaros, trips, huevos de lepidópteros y larvas de dípteros.
Anthocoris nemoralis en el peral.
La presencia de Anthocoris nemoralis en el peral está generalmente influenciada por el tipo de estrategia de defensa utilizada en la parcela. Las limitaciones en el empleo de productos químicos son muy importantes, debiendo emplear aquellos que preferentemente sean más selectivos, con un menor impacto ambiental, y permitan la presencia de las poblaciones del Anthocoris autóctono, ya que ejerce un importante control en las poblaciones del fitófago.
En algunas zonas de Italia, a partir de los años 80, se han provocado mecanismos de equilibrio entre las poblaciones del Anthocoris y las de la psila, que aportan soluciones a los problemas, sin necesidad de intervenciones químicas específicas, empleando únicamente, en momentos puntuales, algún producto para lavar la melaza segregada por las ninfas de la psila.
Al final del invierno, el porcentaje de presencia del antocórido en las parcelas es bajo, y se requiere de un cierto tiempo para incrementarse hasta llegar a tener una población significativa. Además, debe tener comida a su disposición, preferiblemente psila, para incrementar velozmente sus poblaciones en el peral. Esto determina que en la fase inicial de la temporada, aproximadamente en mayo, dependiendo de la zona, es preciso soportar una mínima presencia del fitófago para obtener un notable desarrollo del Anthocoris sobre el peral.
Si tenemos presencia del depredador y no hay ningún factor que pueda impedir su desarrollo, al aumentar las poblaciones de psila, sucede que las poblaciones del depredador aumentarán después de dos o tres semanas y realizarán un control de estas al final del ciclo.
Aunque, si se observa un incremento en las poblaciones de psila y existe el riesgo de una merma en la producción, así como en la comercialización, intervendremos de forma química, intentando usar fitosanitarios respetuosos con el depredador u otros productos biológicos o de acción física.
El uso de productos fitosanitarios poco selectivos que se han usado para controlar algunas plagas del peral, como era el caso de la Carpocapsa, ha provocado un fuerte aumento en las poblaciones de psila, como consecuencia de un debilitamiento en las poblaciones del Anthocoris autóctono. Por otro lado, en parcelas donde no han tenido una fuerte presión de químicos, la presencia del depredador se ha mantenido, aunque fluctuando durante los años y en los periodos del año.
Teniendo en cuenta estas limitaciones en la aparición de forma natural del depredador, resulta oportuno favorecer el desarrollo de las poblaciones autóctonas en el agroecosistema, introduciendo el antocórido en el peral, actuando como una apropiada técnica de lucha biológica. El objetivo a perseguir es obtener una mayor presencia del depredador en los momentos críticos, originando una potenciación de la lucha natural, anticipando el incremento de las poblaciones del depredador, que seguramente se obtendrían de forma espontánea, aunque con un cierto retardo.
Su introducción se realiza a finales del invierno, o bien después del tratamiento anticochinilla, entre finales de marzo y principios de abril. Normalmente se introducen unos 1.500 - 2.000 individuos por hectárea, distribuidos en tres sueltas durante semanas consecutivas. Las dosis pueden variar notablemente dependiendo de donde esté ubicada la parcela y la incidencia de psila que haya tenido años anteriores. Los insectos llegan a las fincas en cómodos botes, dispersos en un material inerte que facilita el transporte, la manipulación y su distribución en el campo. La distribución en la parcela se realiza en unas pequeñas cestas de cartón que se cuelgan de las ramas del árbol, cada botella se reparte en aproximadamente 5 – 6 cestitas.
Considerando la gran movilidad de los adultos de Anthocoris, no es necesario efectuar una distribución muy fragmentada, aproximadamente 10 - 15 puntos de suelta por hectárea. Es importante evitar los puntos de suelta en los márgenes de la parcela, con el objetivo de evitar que puedan salir los depredadores de la misma, y que pueda afectarle la deriva de fitosanitarios de parcelas colindantes.
La utilización de depredadores procedentes de bio-fábricas, aportan un instrumento importante que circunscribe el problema de la psila a un papel secundario. Representa una importante alternativa al uso exclusivo de las estrategias químicas y ayuda a aquellos productores que comercializan sus productos en el mercado ecológico, a los que les exigen unas normas de calidad muy estrictas, especialmente en los residuos de fitosanitarios.
Además, la utilización del Anthocoris en este entorno, donde la acción de los antocóridos autóctonos resulta débil, les proporciona una mejora notable en el equilibrio del agroecosistema representado en el peral en una perspectiva a medio y largo plazo.
Productos comerciales
Ficha técnica | Nombre comercial | Empresa | Presentación | contenido unitario garantizado |
ANTHO control |
Agrobío | Bote | 200 individuos | |
Antholine | Syngenta | Bote | 500 individuos |
manejo
Plagas que controla
Psilidos. Muy usado para control de Cacopsylla pyri (Psila del peral). Dado su caracter generalista es muy útil en el control biológico de otras especies de insectos plaga como el tigre del plátano (corythucha ciliata)
Cultivos
Peral, árbol del amor (Cercis siliquastrum), Plátano de paseo (Platanus sp) Ficus ornamentales (Ficus nitida)
Forma de introducción
Para distribuir el producto de forma homogenea se coloca en posición horizontal y se gira suavemente sobre su eje. La suelta se realizará sobre cajitas de suelta, debido a su gran movilidad 5 o 6 puntos de suelta por hectárea son suficientes para una buena distribución. La liberación en días soleados se realizará a primera hora de la mañana o última de la tarde para evitar las horas de mayor intensidad solar.
Dosis y momento de aplicaciòn
La introducción de Anthocoris se realiza durante 2 - 4 semanas consecutivas a partir de cuando se reanuda la vegetación hasta el final de la floración. En circunstancias normales, la población natural de la chinche depredadora es suficiente para un buen control de la psylla, pero en ocasiones bien por falta de suficiente migración de antocoris hacia los perales o bien porque las circunstancias medio ambientales sean favorables a la psylla puede este Homóptero constituirse en plaga. Para prevenir esta posibilidad se aconseja realizar una suelta temprana de 500 adultos/ha que puede aumentarse hasta 1.000-1500 adultos/Ha si su población natural es muy baja, antes de que se produzca la migración natural, con lo que se consigue mantener el equilibrio sin que la psylla se convierta en plaga. Si existe riesgo de heladas, se aconseja realizar una primera suelta antes de la floración y una segunda suelta cuando haya pasado el riesgo de heladas. La suelta debe realizarse en 5 o más puntos por hectárea.
Almacenamiento
La suelta se debe realizar en un periodo corto tras la recepción, si no fuera posible, se puede almacenar durante 1-2 días en un sitio fresco, sin olor de pesticidas, con una Tª entre 6 y 9ºC, en posición horizontal y alejado de la luz solar.
Observaciones
Todos los estadios de Anthocoris nemoralis se nutren activamente de psylla, depredando huevos, adultos y formas jóvenes. También puede sobrevivir alimentándose de otros fitófagos, como áfidos, ácaros y larvas de dípteros. Se trata de una especie muy rústica y adaptable, capaz de vivir sobre diversas plantas cultivadas y espontáneas además de sobre el peral. Al realizar tratamientos químicos alternativos consultar información sobre su selectividad.Los adultos y huevos de Anthocoris nemoralis soportan los tratamientos con amitraz pero no las ninfas; los inhibidores de la quitina: diflubenzuron, flufenoxuron, etc., son tóxicos para las ninfas. Los piretroides, fosforados y endosulfan son incompatibles. La mayoría de los fungicidas son inofensivos.
Publicaciones
Autor:Lourdes Mullois Juan Francesco Bravaccini
RESUMEN
Anthocoris nemoralis es un heteróptero, perteneciente a la familia Anthocoridae, es depredador de Cacopsylla pyri y de otras especies de psyllidos. Los adultos miden entre 3 y 4 mm, tienen una coloración marrón sombreada con la cabeza negra. Las larvas de primer estadio son de color amarillo claro, conforme van creciendo adquieren tonalidades marrones rojizas, más o menos oscuras. Los estadios jóvenes carecen de alas, a diferencia del adulto, no pueden desplazarse grandes distancias.